jueves, 28 de julio de 2011

¿Por qué me abandonaste?

Nunca me he creído del todo eso del "síndrome postvacacional". Vamos, que me parece un invento de las cadenas de televisión para poder consultar a un par de psicólogos o sociólogos del tres al cuarto y así rellenar unos cuantos minutos de los informativos de finales de agosto, labor que cuesta lo suyo porque en esas fechas no suelen ocurrir grandes novedades por el mundo. Aunque, bien pensado y viendo cómo está el mundo y qué noticias nos han ocupado últimamente, sería preferible tener que recurrir al tema del síndrome postvacacional. Pero lo dicho, que todos debemos saber que es una de esas leyendas urbanas que tanto alimentan los medios.
En mi caso, además, se da la circunstancia de que no me molesta volver a mi vida después de la ruptura que implica el periodo de vacaciones: tengo un trabajo que aún me motiva, me encanta mi casa (con todas sus imperfecciones y sus bastantes carencias) y me alegra recuperar el contacto con las personas de mi entorno.
En esta ocasión he tenido unas vacaciones estupendas, llenas de vivencias que no olvidaré en mucho tiempo. Sin embargo también han estado plagadas de despegues y aterrizajes (esos dos fenómenos que sí son reales y aterradores), aeropuertos, hoteles, comidas extrañas, bebidas exóticas, movimientos de tierras, condiciones climáticas extremas,... Por todo eso, pese a la satisfacción de estas semanas, en realidad también estoy disfrutando de la sensación de volver.
Lo que no podía esperarme al regresar es que él, precisamente él, fuera a amargarme la vuelta. Cuando me fui de viaje creí haber dejado todo atado y bien atado. Y a "todos" también, aunque suene un poco a dominación por mi parte. Puedo comprender que las condiciones cambian y que nunca podemos saber o presuponer lo que hay en el interior de cada uno. Quizá su marcha haya estado provocada por los cambios que, como año tras año, conlleva la llegada del mes de septiembre y la nueva temporada. O puede que el aburrimiento o el hartazgo de una relación de casi veinte años le haya empujado finalmente a buscar la  felicidad en otra. No lo sé.
Lo cierto es que, al llegar de nuevo a mi mundo tras las vacaciones, está siendo muy duro asimilar que él ya se ha ido. Dime, querido y admirado Roberto Arce, ¿por qué lo has hecho?, ¿"por qué me abandonaste", como gritaba Paloma San Basilio en su famosa canción?, ¿por qué me has dejado en brazos de otro cualquiera, marchándote de Antena 3? ¿Sabrá el nuevo mirar a la cámara como sólo puedes hacerlo tú, como si me contaras a mí únicamente lo que ha ocurrido en el mundo? Intentaré recuperar esa sensación cuando te asomes a tu nueva ventana del piso CUATRO, pero ya sabes que yo vivo más cerca de la vida real, en el TRES. Y aquí te seguiré esperando...

martes, 5 de julio de 2011

Ni la del Real Madrid ni la del Barça: la mejor gira asiática de este verano es... ¡¡la mía!!

Ni siquiera estoy segura de si este año el Real Madrid o el Barcelona van a poner rumbo a Asia para mostrar por esos lares a sus estrellas futbolísticas y así rentabilizar algo más las cifras millonarias e indecentes que se gastan en ellas, en detrimento de toda ética. En cualquier caso este verano, os lo garantizo, la mejor gira asiática la voy a protagonizar yo misma: pues eso, que me he liado a la cabeza la manta y los euros de la extra para fundirlos de una sola vez en poco más de diez días y marchar en dirección al lejanísimo Oriente.
La verdad es que una experiencia como ésta me va a venir muy bien. Soy de las que piensan que viajar engrandece el alma. Y si se viaja a Asia, por lo que llevo soltado ya, doy fe de que también empequeñece el bolsillo. Pero, como os decía, este año precisamente un viaje así puede convertirse en una estupenda terapia. Aunque serán sólo tres países, el plan de viaje resulta de lo más atractivo y por eso no lo dudé cuando me lo propusieron.
Entre los sitios que voy a visitar hay algunos en los que no existirá la posibilidad de conectarse a Internet. La mayoría de los lugares en los que estaré, no obstante, resultan idóneos para ello. Pero por lo que voy sabiendo, hay complicaciones para utilizar programas que permitan escribir con caracteres latinos, sobre todo sin tener un lugar fijo desde el que hacerlo. Por eso me parece que durante dos o tres semanas no voy a escribir en el blog. Cuando me sea posible sí que lo miraré para ver si mi universitario favorito (que para nada es un cualquiera) ha vuelto a dejar un comentario de esos que tanto gusta leer, o para echar un vistazo a los blogs que más sigo, o para saciar la curiosidad sobre las estadísticas de visitas.
Se me va a hacer raro, después de todos estos meses, despegarme así de “elblogdelgante.blogspot.com”. Seguro que a finales de mes o a principios de agosto ya tenéis noticias mías de nuevo. Hasta entonces, os deseo de veras un estupendo inicio de verano: disfrutad donde sea, con quien sea y como sea que lo hayáis planeado. Disfrutad siempre.