miércoles, 11 de abril de 2012

¡Este tío no se entera de "ná"!

Tengo que confesar que este señor nunca me ha gustado, ni antes ni ahora. No me gusta su forma de hablar (se deba a lo que se deba, es que no me gusta nada), no me gusta su barba, ni sus gafas, ni que sea tan aficionado a Teledeporte, ni tampoco su manera de expresarse (cuando lo hace, porque a veces sale a escondidas por la puerta de atrás). Mal estábamos antes de noviembre del año pasado, pero ahora mejor no estamos tampoco.
La pérdida de popularidad y credibilidad de ZP fue bastante más lenta y progresiva, pero la pendiente por la que está cayendo Rajoy empieza a ser demasiado pronunciada como para poder remontar. Mi visión sobre él es bastante negativa, como podéis ver; pero es que, me parece, esta opinión está bastante generalizada. Al poco atractivo que despiertan su persona y su escasa personalidad, se une la serie de medidas que está tomando y que parecen no gustar a nadie. Ni siquiera a Merkel o a Sarkozy: la primera es como si no se las creyera, y el segundo está más ocupado ahora con su campaña y sólo habla de España para referirse a la etapa socialista, sin valorar el momento actual. Los que no nos las creemos, para nada, somos los españoles, danmificados por aumento de todo tipo de impuestos y por los precios desorbitados de la gasolina y la electricidad (mientras bancos, eléctricas y petroleras ganan a manos llenas), y cabreados porque no se recorta de lo que hay que recortar.
Tan desorientado y perdido parecen estar Rajoy y su séquito, que incluso hace pocos días una de las personas con más criterio dentro de su mismo partido tuvo que recordarle lo que se puede hacer para mejorar la situación, porque los verdaderos problemas no se atajan con una vergonzosa amnistía fiscal sino eliminando subvenciones a sindicatos, patronal y partidos políticos (aunque la mismísima Elena Valenciano se vea obligada a pasar la mopa a la sede de Ferraz, vista la situación financiera de los suyos) y rediseñando la organización territorial del Estado para eliminar esos gastos que en el caso de España se multiplican por diecisiete (bueno, por diecisiete coma cinco, no podemos olvidar a las "ciudades autónomas"). La respuesta de este lince de la política no se ha hecho esperar: ni se lo está planteando. No me extraña, estás en la inopia y ya pareces vecino del supervisor de nubes. Y yo que pensaba que querías la mayoría absoluta para tener libertad de movimientos y hacer algo... En fin, que más te vale que te vayas planteando la política de comunicación de tu gabinete, la elección de tus ministros y las medidas que adoptas, porque vas a despeñarte más rápido que tu precedesor. Y Alfredo, siguiendo tu ejemplo, no tendrá que hacer mucho (sólo lo que ya está haciendo, alborotar la calle) para volver a tomar el poder. Tiempo al tiempo. Lo más triste de todo será que te lo tienes merecido y te lo estás ganando a pulso.

2 comentarios:

  1. Y eso por no hablar de que ahora convocar actos de resistencia por internet será considerado terrorismo :P

    No van a quedar cárceles.

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  2. Rajoy tiene muy claro lo que quiere hacer: desmontar el Estado del Bienestar para mantener los privilegios de los miles de miembros de la casta política parasitaria que está asolando el país. Aquí por las buenas no se va a resolver nada. O les obligan desde Europa a recortar y racionalizar el Estado Autonómico, despidiendo a los miles de chupópteros que ellos mismos han enchufado, o lo pasaremos muy mal.

    PD: He respondido a tu comentario en mi blog.

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