miércoles, 20 de abril de 2011

Joumana y Rania, dos mujeres con las ideas muy claras

No pretendo dármelas de intelectual citando a una escritora minoritaria, como a todas luces es Joumana Haddad. Tampoco voy a mentir diciendo que he leído todos sus libros y artículos periodísticos (vamos, que ni uno). Mantengo, eso sí, la intención de hacerme con alguno de ellos. ¿Por qué? Pues porque en pleno siglo XXI ser mujer sigue siendo una carga muy pesada de llevar en muchos países. No es algo nuevo, lo sé. Pero sí lo es la forma tan gráfica e inteligente que ha tenido de expresarlo en una entrevista esta libanesa: “Ser mujer en el mundo árabe es hacer una declaración de guerra”. Y no es sólo esta frase con la que muestra su fuerte personalidad, sino que nos deja perlas como “Una mujer tiene que ser independiente económicamente para ser libre”, “La provocación es el precio a pagar por ir contra corriente” o "En el mundo árabe no puedes decir lo que piensas ni vivir lo que dices". Casi nada. Son pensamientos que algunas ya intuíamos, pero que nunca viene mal que alguien nos recuerde.
Estas últimas semanas, además, la mujer del mundo árabe ha estado de actualidad por diversas noticias. Por un lado, en Francia ha entrado en vigor la ley por la que se impone multas a las mujeres que se vistan con el burka. Ya era hora de que algún país se atreviera a dar un paso así. Aunque como indica Joumana Haddad la mejor manera de terminar con esa costumbre machista y aprisionadora sería que se impusiera el burka a los hombres durante solamente un mes. Veríamos entonces como la prohibición de llevarlo no tenía que partir de una nación occidental, sino que los mismos hombres árabes tendrían esa iniciativa.
Por otro lado, más frívolo si se quiere, la imagen de Letizia y de Rania de Jordania ha sustituido este año a la de la Princesa de Asturias y Carla Bruni del 2009. El caso de Letizia, salvo su preocupante y extrema delgadez, implica más bien poco, no tiene más alcance y, por lo tanto, no le concedo más líneas en esta entrada del blog. Sin embargo, el de Rania, impresiona. Impresiona que la reina de un país árabe mantenga durante tanto tiempo una imagen moderna y actual, completamente alejada del estereotipo musulmán. Su forma de moverse, su vestuario, su independiente agenda, sus viajes… todo en ella indica que está luchando por representar a la mujer de su país y de su entorno en igualdad de condiciones, que la imposición infame que predica el mundo árabe contra la mujer tiene que dejar de escudarse en la cultura y en la tradición. Ante una personalidad como la suya no debe haber nada más que respeto y admiración porque está demostrando en cada aparición pública que sí es posible luchar contra el destino, dejando a un lado el estado de víctima.
Aludiendo al mundo árabe, se hace inevitable echar un vistazo a nuestro propio entorno. Guste más o menos, Europa está asentada sobre la base del Cristianismo como religión. La diferencia entre el Cristianismo y el Islam es que el Cristianismo está pasando/ha pasado de religión a elemento cultural. Y es ese mismo Cristianismo que, querámoslo o no, está perdiendo vigencia, el que nos permite colocarlo en un segundo, tercer o cuarto plano. Llevar a cabo esa misma transición con la religión musulmana parece, hoy por hoy, totalmente inviable.
Podemos hallar a quienes justifican cada uno de los atropellos que se cometen en nombre de la religión. Unos, los crímenes de la religión católica y su inmovilismo; otros, la dictadura del pensamiento con la excusa de la tradición y la diferencia cultural. Para todos ellos, también para vosotros, me gustaría rescatar otra cita de la entrevista a Joumana Haddad con la que abría esta entrada del blog: “Uno no puede elegir la libertad de no ser libre”. En este momento en el que nos creemos obligados a aceptar todo porque todo es relativo, me alegra enormemente saber que aún hay quien nos recuerda que no, que no hay que respetar todas las ideas porque no todas las ideas son respetables. Y no ser libre es una de esas ideas que no debemos elegir bajo ningún concepto, por la sencilla razón de que no ser libre no es una idea que merezca nuestro respeto y, por lo tanto, no es una opción válida.


1 comentario:

  1. Hola!
    Teno que decir que me encanta cómo escribes y te expresas en general. Se nota que eres una persona leída y con cultura.

    Tengo que decir que yo tampoco he leído nada de Joumana Haddad todavía, pero comparto contigo como utilizas su persona como ejemplo de mujer hecha y derecha en un mundo donde ser mujer es, como bien expresas, 'un acto de guerra'. Si bien es cierto que en occidente no lo es tanto, aún hay mucho camino por recorrer hacia la igualdad (Soy pro-mujer, tengo que decirlo, y siempre os defiendo a capa y espada en mi blog).

    Por otra parte, por fin leo a alguien que cuando habla de la princesa de Asturias menciona su preocupante delgadez. Yo cuando lo hago en mis circulos la gente ni se inmuta. Creo que nos hemos mal acostumbrado de un modo terrible a vivir en una sociedad donde la anorexia es ya algo normal y está a la orden del día y, donde de hecho, si quieres 'estar guapa' tienes que competir con todas ellas y practicarla tú también... Los hombres cada vez las desean más jóvenes y delgadas y ya hemos llegado a un punto extremo donde se estilan las mujeres-palo y los comentarios PEDERASTAS de reputados periodistas y escritores por otro lado. Asqueroso.

    Para terminar, también mostrar mis respetos a Rania de Jordania que, desde luego, es un ejemplo de mujer avanzada de su país.

    Muy buen blog y excelente lectura. Te felicito y sigo ;)

    Manu UC.

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