En fucsia, en verde manzana, en morado... Da lo
mismo el color, la Blakberry nos ha infectado ya, y parece que su ataque
no va a ser algo temporal, sino más aplastante que las victorias del PP
a lo largo de este 2011.
Quedar con mis amigos ahora es un rollo.
Hace tiempo, tampoco tanto, unas semanas o unos meses como mucho (me da a
mí que este ataque "blacberriano" se ha acentuado del verano para acá)
podíamos echarnos unas risas todos juntos, al mismo tiempo, cuando uno
de nosotros contaba algo. Ahora es imposible. Cuando narramos alguna
anécdota, graciosa o no, tenemos que repetirla como mínimo tres veces
porque siempre hay alguno que está dale que te pego al teclado (¿?) de
la maquinita, conversando con no sé quién. Y claro, a fuerza de repetir
las intervenciones en una comunicación, la gente acaba cansaándose y
empiezan a aparecer los silencios. Poco después ya no es uno el que está
chateando en presencia de los demás, sino que su actitud se va
contagiando. Un poema, vamos, que a una le da ganas de quedarse en casa
haciéndose las uñas y hacerle confidencias al Margaret Astor.
Algo
positivo sí tiene esto de la extensión y democratización de la
Blackberry. Es como salir del armario. Antes los frikis y los asociales
colgados de internet se quedaban en casa, quizá excitándose al tocar las
teclas. Ahora no hace falta esconderse, podemos mostrar en público que
somos una especie rara, con el placer añadido de darnos cuenta de que no
estamos solos, de que hay muchos más como nosotros.
En realidad yo
aún no tengo Blackberry. Por ahora voy a copiar la actitud de esos que
todavía rechazan los ordenadores o que no quieren usar los cajeros
automáticos (para desesperación de los empleados de banca, que muy
amablemente pero ya hasta las narices, se empeñan en que la gente use
las máquinas incluso para hacer ingresos...). Mi razonamiento es el
siguiente: si quedo con mis amigos para tomar algo, ¿por qué tengo que
chatear con mi prima de Murcia al mismo tiempo? Claro, que seguro que
cuando vaya a Murcia y esté con mi prima echaré de menos a mis amigos y
querré chatear con ellos. Malo, empiezo a dudar, creo que el virus
"black" comienza a infectarme. ¿¿Qué puedo hacer??
No hay comentarios:
Publicar un comentario