martes, 22 de noviembre de 2011

Miedo en el cuerpo

Aunque el título de esta entrada pueda llamar a confusión, lo cierto es que no tiene nada que ver con el burdo destape de Terelu en "Interviú", os lo garantizo. Que una profesional de la comunicación que se autoproclama seria se preste a semajante retrato puede provocar muchas cosas, pero no miedo. Más miedo da, eso sí, escuchar a su redicho y manipulador compañero de cadena, Jordi González entrevistarla. Pero, como os decía, no va por ahí la historia.
Ante quienes me conocen y conviven conmigo de alguna manera no he sido capaz de esconder que durante los últimos cuatro o cinco días he vivido bastante intranquila, casi se podría decir que con miedo en el cuerpo, en el cerebro y en cada parte de mí. Es un miedo bastante justificado, que me recorre de arriba a abajo cada vez que se acerca una jornada de reflexión por unas elecciones. Y no tiene nada que ver con la zozobra ante un resultado electoral, os lo aseguro (tengo mis ideas, pero no milito en ningún partido, ni mi trabajo depende del gobierno de turno). Viví con recelo las elecciones del año 2008, me ocurrió también el pasado mayo con las autonómicas y me ha ocurrido, como os he dicho, estos últimos días.
¿El origen? Estoy segura de que para todos el mes de marzo de 2004, las dos jornadas previas a esas elecciones, supondrá un recuerdo terrible. También lo fue para mí, lógicamente. No sé si el hecho de vivir relativamente cerca de la "zona cero" de ese atentado me afectó especialmente, puede ser. Bien pensado, me parece que este temor puede tener su raíz en acontecimientos más lejamos en el tiempo puesto que recuerdo, incluso con imágenes, varios atentados terroristas en fechas de campaña electoral durante la etapa más cruel de actividad de ETA. Creo que la vivencia de todas estas sensaciones sí pueden ser el motivo de mi "aprensión democrática". Así que, siendo como soy, la parte final de las campañas electorales me producen algo más que el hastío generalizado que provocan a la población.
Este año, en mayo, antes de las elecciones autonómicas, también me inquieté bastante con la situación con la que los autoproclamados "indignados" desafiaban a la democracia intentando interferir en un resultado electoral. Por suerte poco a poco se descubrió que la motivación de los "indignados" distaba mucho de la idea originaria de Democracia Real Ya, quedando ambos movimientos bastante olvidados en este mes de noviembre: uno, por falso; y el otro, por utópico. La prueba está en que la participación en las elecciones de hoy ha sido la habitual, sin que las propuestas de abstención hayan cobrado fuerza. Por todo esto, en jornadas como la de hoy, voy más allá de los resultados alzanzados por este o aquel partido, y me felicito de que la democracia haya vuelto a ser algo real de verdad.

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